La automotriz estadounidense Ford anunció este lunes que cerrará sus tres fábricas de automóviles en Brasil, y que abastecerá ese mercado con vehículos importados de Argentina, Uruguay y terceros mercados, como parte de un proceso de reestructuración global.
Al mismo tiempo, los planes en el país se mantienen sin cambios y está ratificada la inversión por u$s580 millones anunciada en diciembre para fabricar la nueva Ranger en la planta bonaerense de General Pacheco.
En Brasil, la automotriz precisó -mediante un comunicado regional- que “la producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubaté, continuando con la producción de algunas piezas por pocos meses para dar soporte a inventarios para atender el mercado de reposición”.
Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas.
“La planta de Troller en Horizonte continuará operando hasta el cuarto trimestre de 2021”, se detalló, tras asegurar que Ford continuará facilitando posibles “alternativas razonables” para que partes interesadas adquieran las instalaciones de producción disponibles.
Ford mantendrá en Brasil su Centro de Desarrollo de Producto en Bahía, su Campo de Pruebas en Tatuí, San Pablo, y sus oficinas centrales regionales en San Pablo, y continuará atendiendo a sus clientes con operaciones de ventas, repuestos, servicio y garantía en Brasil y Sudamérica.
“Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas”, agregó el comunicado.
La automotriz atenderá a la región con su portafolio global de producto, incluyendo en particular algunas de sus líneas de vehículos como la nueva pickup Ranger fabricada en Argentina, la nueva Transit, la Bronco, Mustang Mach-1, y planea acelerar la introducción de varios nuevos modelos conectados y electrificados.
La medida anunciada forma parte de “la evaluación activa de sus negocios en todo el mundo, incluyendo en Sudamérica, tomando decisiones y asignando capital de manera que avance el plan de Ford de lograr un EBIT ajustado del 8% generando consistentemente un flujo de caja fuerte”.
El plan prevé “el desarrollo y la entrega de vehículos conectados de alta calidad y valor, con una participación cada vez mayor de vehículos eléctricos, y servicios que sean accesibles para un rango aún más amplio de clientes y rentables”.
Las fuentes consultadas en Buenos Aires por Télam explicaron que “la noticia de hoy forma parte de la decisión de hacer foco en los modelos SUV, pick ups y comerciales livianos”, segmentos a los que correspondieron los últimos lanzamientos de la marca para la Argentina y la región.
“Es parte de un nuevo modelo de negocios en Sudamérica y en el mundo que no empezó hoy sino hace unos años, pero ese plan se vio muy afectado por los bajos volúmenes que viene experimentando la región en últimos años, agravado por lo que paso en la pandemia, lo que obligó a profundizar los cambios”, agregó un fuente de la marca.
La empresa asegura que trabajará en colaboración con los sindicatos para “minimizar los impactos”, pero no informó de cuántos empleados se verán afectados.
Cuando se vendan todos los vehículos que aún se están fabricando en Brasil los automóviles comercializados en el país pasarán a ser importados, sobre todo de las unidades de Ford en Argentina y Uruguay.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes Automotores (Anfavea), en 2020 Ford vendió 119.454 vehículos en Brasil, un 39,2% menos respecto a 2019.
Antes de anunciar estos cierres y del impacto de la pandemia, Ford había cerrado en 2019 su fábrica en São Bernardo do Campo (São Paulo, sureste).
Con esta decisión, la marca dejó de vender en Brasil el Ford Fiesta, uno de los vehículos más populares, y también abandonó el mercado de camiones.