Luis Caputo anunció el levantamiento del cepo cambiario. Lo dijo este viernes en conferencia de prensa en Casa Rosada, en la que también adelantó que Argentina recibirá US$ 15 mil millones del FMI en 2025. El ministro de Economía confirmó que el cepo al dólar dejará de estar vigente desde este lunes y anticipó cómo será el esquema de bandas cambiarias.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó más temprano que inicia la Fase 3 del programa económico, con profundos cambios en la política para administrar la relación entre el dólar y el peso.

Una de las mayores novedades del anuncio, que ocurrió en paralelo con el Ministerio de Economía, es que la cotización del dólar en el Mercado Libre de Cambios (MLC) podrá fluctuar dentro de una banda móvil entre $1.000 y $1.400. Esto elimina el esquema de crawling peg que funcionaba hasta ahora y libera parcialmente la flotación del tipo de cambio.

Los límites de esa banda se ampliarán a un ritmo del 1% mensual. En paralelo, se desactiva el dólar blend, el mecanismo que permitía liquidar exportaciones en un 80% al tipo de cambio oficial y un 20% en el financiero.

Otro dato fundamental del anuncio conocido hace minutos es que se eliminan las restricciones cambiarias a las personas humanas. En otros términos: se termina con el cepo para los ahorristas que se restituyó a finales del gobierno de Mauricio Macri y se profundizó en la gestión de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner.

El Banco Central también informó que habilita la distribución de utilidades a accionistas del exterior a partir de los ejercicios financieros que comienzan en 2025 y se flexibilizan los plazos para el pago de operaciones de comercio exterior.

Además, anunció que reforzará el ancla nominal perfeccionando el marco de política monetaria, en el que no hay emisión de pesos por parte de BCRA para el financiamiento del déficit fiscal o para la remuneración de sus pasivos monetarios.

Sin embargo, permitirá que circulen los pesos que inyectará si necesita comprar dólares para sostener el piso de la cotización oficial para facilitar la remonetización económica que pueda resultar de aumentos en la demanda real de dinero.

Con estas decisiones, el Gobierno busca consolidar el proceso de estabilización, dar previsibilidad a los agentes económicos, recuperar el crédito privado y fomentar la inversión.

Según el BCRA, se trata de un paso clave hacia un equilibrio económico duradero, apoyado en tres ejes: una política fiscal sin financiamiento monetario, un ancla cambiaria más flexible y una política monetaria sin emisión para pagar intereses o cubrir déficit.

La flexibilización se resolvió tras quedar confrimado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aportará una línea de facilidades extendidas (EFF) por US$20.000 millones. De ese total, US$15.000 millones estarán disponibles libremente durante 2025.

Parte de esos recursos se utilizará para recomprar Letras Intransferibles en poder del BCRA, fortaleciendo así su balance. Además, se sumarán otros US$3.500 millones de organismos multilaterales y se buscará ampliar la facilidad de repo obtenida en enero con bancos internacionales por hasta US$2.000 millones más.

En paralelo, el BCRA renovó por 12 meses la parte activada del swap con el Banco Central de China, equivalente a unos US$5.000 millones. De allí que destacan que, en conjunto, los distintos acuerdos podrían traducirse en una mejora de US$20.600 millones en las reservas netas líquidas a lo largo del año.

El régimen de bandas que empieza a regir contempla la posibilidad de intervención del BCRA en los extremos del corredor. Cuando el tipo de cambio alcance el piso de $1.000, la entidad comprará divisas. Si el dólar llega al techo de $1.400, venderá reservas para absorber liquidez y tratar a la vez de limitar posibles corridas cambiarias.