En el marco de la estrategia para desregular el servicio aeronáutico y avanzar con las políticas de “cielos abiertos”, el Gobierno dispuso este martes que el Aeródromo de Sauce Viejo -el principal de la ciudad de Santa Fe- pase a ser un aeropuerto internacional. Así se estableció en la Resolución 489/2024 en el Boletín Oficial, que lleva la firma de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Según el Código Aeronáutico, un aeropuerto internacional es habilitado a operar aeronaves provenientes del o con destino al extranjero, donde presten servicios de sanidad, aduana, migraciones, entre otros. La nueva medida determina que Sauce Viejo -que realizó la solicitud para el cambio a las autoridades- cumplió con las obras edilicias para la adecuación como estación aeroportuaria internacional.

“Proceder al cambio de calificación del Aeródromo Público Sauce Viejo, ubicado en la Ciudad de Sauce viejo de la provincia de Santa Fe, a Aeropuerto Internacional destinado a la operación de aeronaves provenientes del o con destino al extranjero, en los términos del artículo 26 de la ley 17.285 (Código Aeronáutico). Los servicios de Aduana, Migraciones y Seguridad Aeroportuaria deberán ser prestados por las autoridades competentes en coordinación con el Ente Autárquico Aeropuerto Sauce Viejo”, se indicó en los primeros dos artículos de la resolución. En esa línea, los servicios de sanidad del lugar quedarán a cargo de autoridades locales.

En la provincia de Santa Fe, el aeropuerto con mayor flujo nacional e internacional es el de Rosario, con vuelos a ciudad de Panama, Río de Janeiro, y otros destinos nacionales. A pocos kilómetros se encuentra el aeropuerto entrerriano de Paraná, con un vuelo diario a Buenos Aires. Sauce Viejo, en tanto, actualmente solo opera vuelos desde y hacia la ciudad de Buenos Aires con Aerolíneas Argentinas a bordo de un Embraer 190, el avión más chico de la flota de la línea aérea estatal.

En 2018 reabrió el Aeropuerto Sauce Viejo luego de 227 días de reformas. Ahora, tiene una pista de 2300 metros de extensión por 45 de ancho, además del hall de espera y arribo, la sala VIP, los baños, el bar y restaurante, mostradores y cintas transportadoras para las empresas prestadoras de los servicios aéreos, entre otras refacciones. El aeródromo se encuentra a 17 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santa Fe, a la vera de la Ruta Nacional 11 y de la Autopista Rosario-Santa Fe.

“Estamos trabajando mucho en la carga en los dos aeropuertos, pero la posibilidad de que vengan más aerolíneas y de que haya vuelos internacionales permite que la cuestión de carga con la cabina compartida sea una posibilidad aún mayor que permita conectividad directa”, indicó Renata Ghiloti, secretaria de Transporte provincial en diálogo con Aire de Santa Fe.

En ese contexto, aseguró que se trabaja para incorporar conexiones con Paraguay y Uruguay. “Da la chance de que muchas empresas pequeñas, de vías aéreas que operan aviones chiquitos, puedan empezar a operar en Argentina”, sumó.

Por su parte, Gisela Riuli, directora del Aeropuerto, indicó: “Con rutas internacionales desde Sauce Viejo podemos trabajar mucho en los ítems que generan competitividad en el mercado. También está el hecho de trabajar en el turismo, que es una demanda insatisfecha en la región centro y un requerimiento permanente. Este mismo lunes retomamos negociaciones con varias aerolíneas. Además, nos interesan los vuelos estacionales a Brasil o Uruguay y también somos un poco más ambiciosos, con alternativas un poco más arriesgadas, apuntando a algún país centroamericano”.

Esta resolución surge en el marco de una serie de medidas que el gobierno nacional está implementando en el sector para que más empresas puedan operar y para paliar los efectos de las medidas de fuerza gremiales que afectan a miles de pasajeros. El pasado 10 de septiembre, la administración mileísta instauró una actualización en el el reglamento de contrato aéreo a través del Decreto 809/2024, una normativa para adecuar avances de la industria y afianzar un equilibrio entre los derechos de los pasajeros y los intereses de las empresas aéreas.

Por otro lado, a partir de la Resolución 816/2024, se decretaron cambios respecto al margen y niveles de sanciones. También se impuso mayor minuciosidad a la hora de controlar la certificación de equipos y materiales, y de las capacidades del personal. Quienes operen sin autorizaciones, escondan información a autoridades o brinden información falsa afrontarán sanciones más estrictas.

El mismo mes se reglamentó además la esencialidad del servicio aéreo “para garantizar un nivel mínimo de actividad”, por lo que se debe establecer un cronograma de guardias mínimas y cumplirlo a pesar de los paros.