Resultó una noche perfecta para Vélez. Con el triunfo 3-1 ante Colón, en Liniers se vivió una fiesta de principio a fin. Todo comenzó con la celebración de los 25 años de la conquista de la Copa Intercontinental de 1994 -con la presencia de grandes glorias del club y con Carlos Bianchi como invitado de honor- y terminó con el adiós de Fabián Cubero (634 partidos en el club), el gran capitán. El histórico defensor, de 40 años, jugó su último partido en el José Amalfitani y todos lo ovacionaron: el defensor se puso la cinta de capitán, que le cedió Lautaro Gianetti.

Pero la previa de su ingreso dejó una perlita que se difundió en la noche de ayer en todos los programas que muestran el lado B de la Superliga: el DT Gabriel Heinze tuvo un duro cruce con un plateísta que pedía que entre Cubero a toda costa.

“¡Poné a Cubero, che! ¡Sacá a cualquiera y poné a Cubero, che! ¡Dejate de hinchar!”, bajó desde la platea Norte. Y el entrenador no tardó en responderle, pidiéndole que espere. Pero el fanático siguió con los gritos. Un pedido que sacó de eje a Heinze. ¿Cómo terminó el ida y vuelta? Con el ingreso del defensor en lugar en lugar de Gastón Giménez a falta de tres minutos para el final del cotejo y la fiesta completa para la parcialidad velezana, más allá del encontronazo dialéctico.