La planta conjunta de GNL entre YPF y la estatal malaya Petronas, por unos US$ 30.000 millones, se construirá en Río Negro y no en la provincia de Buenos Aires, la otra localidad que disputaba la llegada de la megainversión.
La decisión fue tomada por las empresas teniendo en cuenta que mientras Río Negro ya adhirió al régimen de grandes inversiones RIGI, la provincia de Buenos Aires aún está definiendo qué camino tomar.
Según se definió, la planta estará ubicada en la zona de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, donde también se llevará a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al océano Atlántico.
Tras un estudio encargado a una consultora internacional, la elección que primó fue instalar la planta en Río Negro, por sobre la propuesta inicial de construirla en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ya había adelantado más temprano que hoy podía ser “un gran día para los patagónicos. El puerto en Río Negro será una gran oportunidad para la región”.
Si bien el RIGI es nacional y constitucionalmente no necesita de la adhesión de las provincias, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, pidió un gesto de buena voluntad a ambas provincias en disputa.
Mientras Alberto Weretilneck, de Río Negro, manifestó su adhesión sin condicionamientos al RIGI, movió su maquinaria política para que la Legislatura provincial y distintos municipios también lo aceptaran y prometieran amplias exenciones de impuestos -Ingresos Brutos, Sellos, tasas y demás-, Kicillof solo atinó a redoblar la apuesta de la Ley de GNL, con media sanción de Diputados en 2023 y bastante menos generosa que el RIGI, según fuentes del sector petrolero.
La decisión la tomaron YPF y Petronas tras contratar a la consultora estadounidense Arthur D. Little, que evaluó las condiciones técnicas y económicas de ambas locaciones.
Horacio Marín, presidente de YPF, ya había advertido que “sin RIGI, no hay GNL”, en lo que se interpretó como un pedido al gobierno bonaerense de que se apruobra ese régimen en la Legislatura provincial.
Analistas explicaron que el RIGI fue una condición insalvable que inclinó la balanza para Río Negro.
Es que las empresas prestan especial atención a la prórroga de jurisdicción, para que cualquier diferendo legal se resuelva en la justicia de Nueva York, Estados Unidos, o en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, en reemplazo de la Argentina.
Río Negro, por su lado, obtuvo el apoyo político de los gobernadores de la Patagonia y de los sindicatos que representan a los trabajadores petroleros.
De esta forma, la planta se instalará en la localidad de Punta Colorada, frente al Golfo San Matías, a partir de 2031.
Antes, se colocarán dos barcazas que funcionarán como unidades flotantes de licuefacción.
En total, el proyecto abarca exportaciones de 460 barcos anuales por unos 120 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas natural y una suma de US$ 15.000 millones en ventas al exterior.
Para eso, YPF y Petronas tienen que conseguir un comprador (off taker) y financiamiento a gran escala.
La actual producción de la Argentina alcanza los 135 a 140 MMm3/d de gas natural, por lo que se deberá casi duplicar en 7 años.
Además, a principios de julio, Pan American Energy (PAE) anunció un acuerdo con la noruega Golar LNG para empezar a desarrollar el GNL por unos 11 MMm3/d, y también podría definir su ubicación en Río Negro, para eventualmente escalarlo a futuro después de 2027 a unos 27 MMm3/d.