La pobreza afecta al 40,9% de la población argentina, según datos registrados al primer semestre del año, lo que representó un aumento del 5,5% en comparación con igual período de 2019, informó esta tarde el INDEC.

De este modo, si se efectúa una proyección a nivel nacional, alrededor de 18.500.000 habitantes se encuentran en situación de pobreza. El dato es más escalofriante en los conglomerados más populosos y humildes. La pobreza trepa al 47.5 en el Conurbano Bonaerense. Y al 48.7 en el «Gran Resistencia» del Chaco.

Según el informe con cifras relevadas hasta junio, el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 30,4%; de los cuales el 8,1% se encuentra en indigencia, equivalente al 10,5% de las personas.

El organismo indicó que para el universo de los 31 aglomerados urbanos, por debajo de la línea de pobreza se encuentran 2.849.755 hogares que incluyen a 11.680.575 personas y, dentro de ese conjunto, 754.155 hogares se encuentran en indigencia y 2.995.878 en esa situación.

En base a la Encuesta permanente de hogares del INDEC, los especialistas concluyeron que por culpa de la pandemia y la cuarentena, el problema se agravó a partir de la cuarentena. Así, en el segundo trimestre de este año la tasa de pobreza alcanzó un pico del 47,2%, afectando a a 21,4 millones de personas.

Un año atrás – primera mitad de 2019-, para una comparación homogénea, la pobreza fue del 35,4%. Esto significa un incremento de 5,5 puntos. Son 2,5 millones de pobres más.

Tanto o más impactante aún es el aumento de la pobreza infantil. Un año atrás había sido poco más de la mitad, del 52,6%. Y trepó al 56,3%. Así, se desprende que sobre 9.500.000 chicos de menos de 14 años, un año atrás ya 5 millones vivían en hogares pobres. Ahora suman 5,4 millones.

Las cifras oficiales toman en cuenta las ayudas del Estado, como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), bonos, tarjeta alimentaria y otros subsidios pagados durante el semestre.

Para calcular la indigencia y pobreza, la medición oficial compara los ingresos de la población con los valores de la canasta básica ( pobreza) y la canasta alimentaria (indigencia).

A junio, una familia tipo (matrimonio con dos hijos menores) necesitó más de $ 43.810,70 para no caer en la pobreza y más de $ 18.029,10 para no ser indigente.