El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una «pausa de 90 días» y una «reducción sustancial del arancel recíproco» al 10% a aquellos países, más de 75 según Trump, que se han puesto en contacto con Estados Unidos para negociar «y que no han tomado represalias de ninguna manera». No está claro que países concretos entrarían dentro de esta pausa: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha confirmado que las primeras negociaciones en este nuevo periodo tendrán lugar con Vietnam, Japón, Corea del Sur e India. Se desconoce si la Unión Europea, que ha aprobado hoy contramedidas, entra dentro de la pausa.

En la misma publicación en su red social, Truth Social, Donald Trump ha redoblado la presión sobre China tras la última respuesta de Pekín a los aranceles estadounidenses «con efecto inmediato». «Debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos le impone al 125%, con efecto inmediato. En algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que la época de estafar a EE. UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable», ha espetado el mandatario estadounidense.

China anunció este miércoles que elevará del 34 al 84% los aranceles a los bienes procedentes de Estados Unidos en respuesta al gravamen adicional del 50% anunciado este martes por Donald Trump que situaba el total de tasas a los bienes chinos al 104%, según indicó en un comunicado el ministerio de Finanzas del país asiático. Horas antes, el Gobierno chino aseguró que tiene «una voluntad firme» y «recursos abundantes» para responder «con determinación» si Estados Unidos insiste en «intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales». Además, el portavoz del Ministerio de Exteriores Lin Jian ha afirmado en una rueda de prensa en Pekín que «el legítimo derecho al desarrollo del pueblo chino no puede ser arrebatado».

Este miércoles han entrado en vigor los aranceles llamados «recíprocos» que anunció el pasado 2 de abril EE UU, y que incluyen un castigo complementario para China, hasta 104%, así como un 20% para la UE y gravámenes de hasta el 50% adicional para más de medio centenar de países. El miedo a que la guerra comercial provoque una recesión a nivel global está provocando el hundimiento del mercado.