El norte de la provincia de Santa Fe atraviesa una dramática situación a raíz de una histórica sequía. En el departamento de Vera, lo que es la zona de la Cuña Boscosa santafesina, la sequía se está convirtiendo en una verdadera tragedia. Las lluvias son escasas, los productores sufren pérdidas millonarias y la ayuda estatal tarda en llegar.

“En una feria en la localidad de La Guampita no pudieron ser rematados porque no se podían mantener en pie. Es dramático ver como los animales olfatean el agua y se arriman al estanque a zambullirse”, graficó Manuel Mudry, corresponsal de AIRE en Vera, en diálogo con el programa Ahora Vengo.

La situación que viven los productores es extrema y, a pesar de las promesas, la ayuda estatal tarda en llegar y no es para todos. “Aquí se está luchando con otro factor importante que es la burocracia. El gobierno hizo un aporte de millones de pesos a la Unión de Familias Organizadas de Pequeños Productores de la Cuña Boscosa (UOCB).

Sin embargo, fueron beneficiados solamente 32 afiliados de 80 con este aporte. Además, funcionarios del Ministerio de Producción dieron un dato preocupante: los productores de economía familiar no existen para el Estado porque no están registrados por lo que esa gente no va a recibir ningún tipo de ayuda”, aseguró Mudry.

La realidad que atraviesan despertó la solidaridad de los propios productores que se ayudan mutuamente para palear la situación. “Están sobreviviendo en función de la solidaridad de la propia gente. Particulares que disponen de sus vehículos e instituciones como la Sociedad Rural de Vera y Reconquista han colaborado para llevar agua a esta gente. Lo que más transita por las rutas son camiones con tanques cisterna que están llevando al campo el agua de manera desesperada para poder recuperar lo poco que le queda”, agregó.

Acorralados y sin respuestas contundentes, los pequeños productores del departamento Vera se organizan para conseguir agua y salvar a los animales que todavía les quedan. En diálogo con el programa Creo, Yolanda Arce, integrante de una organización independiente de la zona, explicó de que se trata la iniciativa.

“Hace dos meses iniciamos una campaña para facilitarle a los productores el traslado de agua a sus campos. Nos comentaban que la comuna le cobraba el transporte de agua y tenían que esperar muchos días hasta que le toque el turno. El productor ya no da más. Ya no tiene recursos. Vendió los terneros para comprar agua y alimento. Entonces la idea era conseguir tachos para poder darle al productor y ellos mismos puedan trasladarlo y abaratar los costos”, relató.