Más de dos kilómetros de filas realizaron miles de brasileños con hasta tres horas de espera para participar del velatorio público en el campo de juego del club Santos para despedir los restos del astro del fútbol Edson Arantes do Nascimento, Pelé, fallecido el jueves pasado a los 82 años, víctima de cáncer de colon.

En una silenciosa fila, miles de personas que esperaron por cuatro horas para la apertura de los portones, ingresaron para darle el último adiós a “O Rei” al estadio Vila Belmiro, el mítico campo donde por casi dos décadas brilló Pelé con el Santos, el club que fue el principal exportador del fútbol arte de Brasil.

Entre ellos el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, y el titular de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez.

Infantino incluso anunció que propondrá a las federaciones que todos los países tengan un estadio con el nombre de Pelé.

El puerto de Santos, el mayor de América Latina, tendrá el nombre de Pelé según ha anunciado el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el flamante presidente que avisó que podrá ir al velatorio el martes por la mañana, antes del fin de la ceremonia.

Pelé será sepultado mañana en un cementerio privado de Santos y el cortejo pasará por la casa de la madre del astro, Dona Celeste, quien tiene 100 años y todavía no fue informada por la familia sobre el deceso del Arantes do Nascimento más famoso.

Los restos de Pelé, cuyo cuerpo pasó por un proceso de embalsamamiento llamado taxopraxia. fueron colocados debajo de una tienda en el centro del campo del Santos, el club donde jugó desde 1956 hasta 1974 ganando dos copas Libertadores y dos Intercontinentales.

“Es una gran tragedia haber perdido al Rey del Fútbol. Como hincha de Santos lo valoro mucho porque se quedó a jugar en nuestro país, en nuestro club, haciendo conocido a Brasil. Si vos ves los videos de la redes sociales, todas las jugadas que se conocen del fútbol las inventó o las hizo antes Pelé”, dijo a Télam Gabriel Monteiro, de 16 años.,

Monteiro y sus amigos, oriundos de las barriadas de la ciudad balnearia de Santos, donde se encuentra el principal puerto de América Latina, contaron que sus abuelos jugaban con Pelé en la playa y en los potreros y se reunían con el astro en los bares y panaderías de la zona, después de los entrenamientos.

El féretro de Pelé llegó por la mañana desde el hospital Albert Einstein de San Pablo, a 70 kilómetros de distancia, adonde falleció luego de un mes de internación, y fue llevado hasta el centro del campo de juego por su hijo Edinho, exarquero que tuvo problemas judiciales por drogas y que es el entrenador del Londrina, del ascenso, y por el futbolista exmundialista Zé Roberto, exSantos exPalmeiras y Bayern Münich.

El gobernador de San Pablo, Tarcisio de Freitas, encabezó la delegación en la que participó Infantino y que dio inicio a los funerales de honor de Pelé. La viuda de Pelé y su tercera esposa, Marcia Aoki, también estaba presente en el inicio del funeral.

Familias de varias ciudades han estado 4 horas esperando el ingreso de los portones del estadio Urbano Caldeira en el barrio de Vila Belmiro.

“Vinimos desde San Pablo bien temprano, Pelé es como que reinventó el fútbol, creó toda la pasión del fútbol, es el único que ganó tres mundiales, el más grande del mundo”, indicó Alexia Souza, docente que estaba con sus hijos, uno de ellos con la camiseta de la selección brasileña con la 10 de Neymar, otro ídolo surgido en Santos.

El flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hoy tenía una agenda cargada en la cancillería recibiendo a una veintena de mandatarios extranjeros en reuniones bilaterales. Por esa razón, avisó que podrá ir al velatorio el martes por la mañana, antes del fin de la ceremonia.

Al menos sesenta coronas de flores gigantes fueron colocadas en un sector de las tribunas. Los vendedores ambulantes ofrecen camisetas con la clásica 10 canarinha con la frase Pelé Eterno, a 12 dólares.

En las tribunas, en blanco y negro, los colores del “Peixe”, como se conoce al Santos, banderas gigantes de las hinchas recuerdan al máximo astro. La mayor bandera tiene la gran frase de despedida: “Viva el Rey”.

Gran decepción causó, en tanto, la ausencia de Neymar, la estrella de la selección que avisó que se quedaba en París entrenando para el PSG. Su padre acudió al funeral y declaró que estaba en representación de su hijo.

“El está muy triste en no poder venir”, dijo el padre de Neymar, surgido en el Santos y ganador de la tercera Libertadores del club.