Dos argentinos, Nadia Podoroska y Diego Schwartzman, se clasificaron este martes a semifinales del Grand Slam parisino, una representación que no se veía a estas alturas de los cuadros masculino y femenino de París desde 2004.

En aquella ocasión Paola Suárez, David Nalbaldian, Guillermo Coria y el a la postre campeón Gastón Gaudio superaron los cuartos de final de Roland Garros.

Este martes, Podoroska se convirtió en la primera mujer argentina en alcanzar las semifinales desde Suárez, y el ‘Peque’ superó la barrera de los cuartos de final de un ‘grande’ por primera vez.

El sueño de Nadia Podoroska sigue vivo en París. La argentina ganó y lo hizo con contundencia este martes en cuartos de final ante la ucraniana Elina Svitolina, y escribió de paso una nueva página de su historia personal, en la de Roland Garros y en el tenis argentino.

La 131ª del mundo no dio opción a Svitolina (5ª de la clasificación WTA), a la que derrotó 6-2, 6-4.

“El planteo era tomar la iniciativa, no dejarla a ella que dominase el punto, tratar de jugar lo más cercano a la línea”, explicó en rueda de prensa.

Podoroska ofreció un recital de juego ante una Svitolina que se vio superada desde el principio por su oponente, y su rival por un puesto en la final será la joven tenista polaca Iga Swiatek, de 19 años y número 54 del ránking femenino, que derrotó horas después a la italiana Martina Trevisan (N.159) 6-3 y 6-1.

De paso escribió una nueva página de su historia personal y del tenis argentino. Desde la edición de 2004, con la derrota de Paola Suárez en semifinales, ninguna tenista argentina se colaba entre las cuatro mejores del cuadro femenino.

Podoroska se convirtió además en la primera mujer en la historia del torneo parisino que, procedente de las fases clasificatorias, alcanza las semifinales de Roland Garros.

En apenas diez días Podoroska ha pasado casi del anonimato internacional a integrar el Top-100 de la clasificación ATP; de no haber superado nunca una ronda de Grand Slam a colarse entre las cuatro mejores raquetas de París; de sumar apenas 300.000 dólares en sus ganancias tenísticas a asegurarse un grueso colchón económico.

Podoroska, que no había ganado nunca un partido en Roland Garros hasta esta edición, superó este martes a la primera rival del Top-20 mundial a la que se enfrentaba en su carrera.

A dos victorias de conquistar el primer Grand Slam de su carrera, una sonriente Podoroska afirmó: “Los sueños se mantienen, no cambian”.

Bajo la cubierta pista Philippe Chatrier, y después de haber empezado el año en el puesto 255, el techo de Podoroska aún está por escribirse.

Horas después, Schwartzman, 14º del mundo, dio la sorpresa al eliminar al austriaco Dominic Thiem (3º) 7-6 (7/1), 5-7, 6-7 (6/8), 7-6 (7/5), 6-2, logrando el billete por vía de la épica para su primera semifinal de un Grand Slam.

El menudo jugador argentino se enfrentará por un puesto en la final al ganador del duelo entre Rafa Nadal, segunda raqueta del mundo, y el joven italiano Jannik Sinner (75º).

“Sigo en el torneo y tengo muchas ganas de seguir ganando”, avisó el ‘Peque’.

Después de más de cinco horas de épica batalla, con tres sets decididos en el ‘tie-break’, el Schwartzman se clasificó a sus primeras semifinales de Grand Slam, y apartó de paso al vigente campeón del US Open de la carrera por regresar a la que hubiera sido su tercera final consecutiva en París.

“Que estemos en semifinales los dos es espectacular, es un espectáculo (…) pero el torneo sigue tanto para mí como para Nadia”, apuntó.

Schwartzman superó por primera vez en su carrera los cuartos de final de un ‘grande’, barrera contra la que se había estrellado en Roland Garros 2018, y US Open de 2017 y 2019.

El austríaco pagó sin duda los esfuerzos que viene realizando desde hace más de un mes, con su primer título de Grand Slam en septiembre en Nueva York, y que llegaba de más de tres horas y media de juego en la ronda previa ante el joven francés Hugo Gaston, 239º del mundo.

Schwartzman se convirtió en el décimo argentino en alcanzar unas semifinales de Grand Slam.