River, pese al mal de ausencias por citaciones a seleccionados y lesiones, rescató esta noche de lunes una victoria tan agónica como valiosa en Junín, donde superó por 2 a 1 a Sarmiento con un gol sobre el epílogo del encuentro de Enzo Pérez, en un encuentro de la novena fecha de la Liga Profesional que lo tiene entre los protagonistas que pelean en el lote de punta del campeonato.
Marcelo Gallardo “emparchó” sobre lo “emparchado” y arrancó jugando con dos volantes como marcadores centrales, pero curiosamente lo que le falló en el primer tiempo fue un lateral, en este caso el derecho, Alex Vigo, que por falta de continuidad nunca pudo hacer pie en River desde que llegó como gran promesa desde Colón.
Vigo estuvo errático en la marca pero más aun en lo que es su fuerte, el manejo del balón con el que propicia salida clara sobre su costado, y una pérdida dentro del área riverplatense pudo costarle el segundo gol a su equipo inmediatamente después que los juninenses se pusieran en ventaja a los 11 minutos tras un extraño gol convertido por Gabriel Alanis tras un fallido del otro lateral, Milton Casco.
Después de una buena acción individual de Jonathan Torres llegó un centro desde la izquierda de Sergio Quiroga que conectó defectuosamente Alanis de derecha, pero cuando su “tirito” iba a ser rechazado por Casco, el lateral izquierdo amagó y dejó pasar el balón para el arquero Enrique Bologna, reemplazante del seleccionado Franco Armani, quien, sorprendido por la inacción de su compañero, no atinó a reacción alguna.
A partir de allí River ganó la posesión del balón pero careció de profundidad, y entonces Sarmiento se sentía cómodo con el manejo de cobertura de los espacios, que cuando era efectiva lograba el propósito de mantener a los atacantes riverplatenses alejados del área defendida por el arquero Manuel Vicentini.
Por eso lo que River necesitaba era perforar por los costados, algo que no podía lograr si no era por alguna subida de los mencionados marcadores de punta, hasta que pasada la media hora Casco se inspiró y enmendó su error del gol de Sarmiento con una apilada y posterior habilitación a Jorge Carrascal, que el colombiano resolvió con un derechazo combado que se metió en el ángulo superior izquierdo del arco de Vicentini.
Por lo hecho hasta entonces por ambos, uno por llegadas y el otro por manejo de las acciones, esa paridad con la que se consumió el primer período se ajustaba más a lo que la justicia le reclamaba al marcador.
La salida de Vigo para que debutara el lateral izquierdo Felipe Salomoni, de 18 años, pasando Casco al costado derecho de la defensa riverplatense, marcó a las claras la defección del ex-Colón y la disconformidad de Marcelo Gallardo, avalando por contrapartida la acción de los improvisados marcadores centrales Bruno Zuculini y Felipe Peña Biafore.
Es que la apuesta del “Muñeco” por ellos fue fuerte, ya que por ejemplo prescindió para ello de un central natural como Tomás Lecanda, aunque la decisión obedeció a la mayor experiencia de Zuculini por encima del juvenil.
Sin embargo, Gallardo también terminó el partido disconforme con lo hecho por Casco en ese segundo período, a partir de que cada vez que llegaba al fondo por derecha demostrada su incomodidad lanzando centros forzados y demasiado frontales, que eran fácilmente resueltos por los defensores del conjunto juninense.
Pero cuando restaban poco más de 10 minutos hubo un hecho que desequilibró esa paridad en el juego que parecía conducir inevitablemente a la paridad final, y fue la expulsión del defensor local Brian Salvareschi.
Esto le permitió a River cerrar el encuentro sumando pases más cerca del área del “Verde” y presionando mucho más cerca del arco de Vicentini, hasta que sobre los 45 minutos y después de un “borbollón” dentro del área de Sarmiento, volvió a aparecer Enzo Pérez, por segundo partido consecutivo, para convertir justamente el segundo tanto de su equipo, que lo subió a un nuevo triunfo y también a las posiciones más elevadas del campeonato.