El Gobierno, a través de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), modificó el Reglamento de la Actividad Aseguradora poniéndole fin al servicio de grúas que las empresas de seguros incluían en sus pólizas.
Acorde a la Resolución 217/2024, las aseguradoras tendrán la obligación de cubrir los costos de grúa y auxilio mecánico únicamente en casos de “daño y/o incendio que impida la circulación del vehículo, robo y/o hurto”. A su vez, ya no regirá este tipo de cobertura ante “desperfectos o problemas mecánicos, de batería, arranque, eléctricos, pinchaduras, cortaduras y/o reventones de las cámaras o cubiertas o falta de combustible”.
La medida no tendrá efecto inmediato. De hecho, el texto de la norma establece un plazo de 90 días para que las empresas se adecuen y, al mismo tiempo, impacto en los clientes una vez que renueven la póliza. Sin embargo, a falta de varios meses para que rija plenamente, las principales aseguradoras guardan silencio mientras “estudian el alcance de la resolución” y analizan cómo modificar su operatoria.
Según lo que fuentes vinculadas al sector le explicaron a LA NACION, esta reglamentación no obliga a las compañías de seguros a dejar de ofrecer grúa y asistencia mecánica sino que las exime de la obligación de hacerlo. Algo que, hasta antes de publicada la resolución, debía estar incluido en algunos servicios de cobertura.
“Se han presentado ante este organismo múltiples notas de las asociaciones que representan al mercado formulando una serie de consideraciones respecto de los inconvenientes que el servicio de asistencia mecánica y remolque genera al mercado en su totalidad”, se lee en el Boletín Oficial.
“Existe una percepción muy negativa de parte de los asegurados sobre la asistencia que hoy reciben y los altos costos que demanda la prestación del servicio de remolque y auxilio mecánico para situaciones ajenas a un siniestro, alteran la capacidad de responder a la función principal del contrato de seguro”, argumentan también.
En el último tiempo, se evidenció un crecimiento de la demanda de asistencia mecánica y acarreo en calles incluso “por encima de los niveles prepandemia”; alza impulsada “en un 80% por desperfectos menores”, según mediciones internas de algunas compañías.
“Nos han llegado a llamar porque se quedaron sin combustible a diez cuadras del destino”, indicó un broker de seguros ante la consulta de este medio. Los pedidos al alza combinados con una reducción generalizada de la flota de grúas en todo el país, provocó una especie de embudo con graves consecuencias para los usuarios.
A raíz de tantos llamados al servicio de grúas, las demoras pasaron a promediar más de cuatro horas y los reclamos de los asegurados mayoritariamente fueron enfocados a la deficiencia de este servicio.
A partir de estos efectos, las cámaras del sector le reclamaron “durante mucho tiempo” a la Superintendencia de Seguros de la Nación que adecuara la normativa a los problemas actuales.
Con lo publicado, cada empresa tendrá marco de acción libre. Es decir, “la resolución establece cuáles son los puntos básicos; fuera de eso, es un tema de cada compañía si lo quiere seguir dando o no”, sintetizaron. “Los que tengan grúa propia, probablemente la sigan ofreciendo”, añadieron desde otra empresa.
La forma de compensar la ausencia de este servicio incluso podría traducirse en compensaciones económicas por encima de la prima asegurada. Al mismo tiempo, empresas de grúas independientes y entidades como el Automóvil Club Argentino (ACA) reaparecen en el radar para quienes buscan alternativas.
Sin embargo, hasta el momento no hay comunicación oficial. LA NACION se puso en contacto con varias firmas y la respuesta obtenida siempre giró en torno al mismo lineamiento: “Se está trabajando activamente en entender la resolución y adecuarse a lo que el Gobierno dispuso”.
Mientras tanto, el rumor que circula dentro del sector es que se aguardará “al pronunciamiento de empresas más grandes” para empezar a actuar y darle una respuesta a sus clientes y potenciales asegurados.