Fallas individuales y colectivas condenaron a Argentina en el Sudamericano Sub 20. Al equipo de Javier Mascherano le costó generar juego, se suicidó al atacar desordenado y descuidar el retroceso y además pagó un precio muy alto por un blooper del arquero, Franco Herrera. De esta forma, cayó con Colombia y no se clasificó para el hexagonal final, que otorga cuatro boletos para disputar el Mundial de Indonesia. Los niveles bajos, la falta de funcionamiento y los errores groseros fueron una constante en una competencia en la que el conjunto no tuvo una identidad.

En la primera etapa, y al igual que en el resto de los partidos de esta competencia, el equipo se mostró muy impreciso como consecuencia del nerviosismo. El peso de las responsabilidades pareció condicionar la toma de decisiones. Colombia acorraló a Argentina en el arranque, aunque careció de inventiva e inquietó poco al arquero Frano Herrera. El equipo de Javier Mascherano creció con el correr de los minutos, logró salir y procuró achicar espacios hacia adelante para ir en búsqueda del triunfo. Sin embargo, a la Selección le faltó profundidad: hubo algunas aproximaciones con centros y acciones de pelota parada, pero la más clara fue un disparo de Gino Infantino de media distancia. No hubo fluidez en cuanto al juego y el único que aportó desequilibrio y desborde fue Brian Aguirre, aunque no encontró socios y le faltó acompañamiento.

En el comienzo de la segunda etapa, Argentina salió a presionar y atacar con más determinación producto de la necesidad. Nicolás Paz y Axel Encinas, de escasa participación en la primera etapa, fueron más agresivos. E Ignacio Maestro Puch supo aguantar la pelota de espaldas al arco para desgastar a los zagueros y descargar en los volantes ofensivos que llegaron desde atrás y libres de marca a posición de remate. En su afán por ir en búsqueda de la victoria, la Selección se desprotegió y dejó espacios que el rival aprovechó. Agazapado, Colombia salió de contra ante cada recuperación. Así llegó la acción del gol de Juan Fuentes: el local aprovechó una contra en la que quedaron parados cuatro contra dos y el arquero, Franco Herrera, cometió un error garrafal al no poder contener un remate débil. Una falla similar a la que había cometido el arquero Federico Gomes Gerth en el primer partido, ante Paraguay (1-2).