El seleccionado de rugby de Sudáfrica se consagró esta tarde campeón del mundo, tras vencer en forma ajustada a su par de Nueva Zelanda por 12-11, en vibrante final del torneo Francia 2023, disputada en el Stade de France de Saint Denis.
El equipo sudafricano, que se imponía al término de la primera parte por 12-6, repitió los tres títulos que anteriormente había alcanzado: en 1995 (cuando organizo la Copa), 2007 (Francia) y en el 2019 (Japón)
Los sudafricanos marcaron todos sus tantos en el primer tiempo con cuatro penales convertidos por Handre Pollard, y en la parte complementaria mantuvieron la ventaja, con garra y corazón.
Por su parte, la indisciplina de los jugadores de Nueva Zelanda fue determinante en su juego, ya que sufrieron la expulsión de su capitán Sam Cane, la amonestación de Shannon Frizzell y además cometieron varios penales que le costaron caro.
Los All Blacks neocelandeses marcaron sus tantos por intermedio de un try de Beauden Barrett (St. 18m.) y dos penales de Richie Mo’unga (Pt. 17m. y 38m.).
Sudáfrica también había sorteado ajustadamente las anteriores fase de clasificación: le ganó a Francia por 29-28 en cuartos de final y derrotó 16-15 a Inglaterra, en semifinales. Además había perdido el invicto en la fase de grupos al ser doblegado por Irlanda por 13-8.
En el inicio, los Springboks tomaron la iniciativa de las acciones con el dominio de sus forwards que forzaron a Nueva Zelanda a defenderse y cometer infracciones.
Así, el apertura Pollard extrajo rápida diferencia con dos penales (3m. y 13m.) para estampar el 6-0 provisorio.
Previamente había sido amonestado el jugador de Nueva Zelanda, Frizzell por agredir a Bongi Mbonambi, quien minutos más tarde fue reemplazado por Deon Fourie.
Nueva Zelanda,descontó con un penal convertido por Mo´unga para achicar el resultado (3-6).
Sudáfrica siguió dominando las acciones y sumó una nueva ventaja con un nuevo penal de Pollard (19m.) para establecer el 9-3 parcial.
En tanto, a los 28 minutos fue amonestado el capitán de los All Blacks, Sam Cane por golpear a Jesse Kriel. Cinco minutos más tarde, de amarilla pasó a roja la tarjeta, tras la revisión de las autoridades que consideraron “alto riesgo” para el rival en la acción.
De esta manera, Cane se convirtió en el primer jugador expulsado en una final de Copa del Mundo.
Sudáfrica sumó una nueva conversión de Pollard (12-3) a los 34m. y sobre el final de la etapa, Nueva Zelanda descontó con un penal de Mo’unga (38m.) para dejar el parcial 12-6 para los Springboks.
En el segundo tiempo, Sudáfrica, con un juego simple y efectivo, manejó las acciones y defendió con extremo orden. Así el bicampeón vigente soportó los embates de los All Blacks que, con un jugador menos, comenzaron a manejar la bola y presionaron en procura de dar vuelta la historia.
Con el correr de los minutos, los neocelandeses avanzaron con sus forwards y con un Mo’unga que habilitó a Aaron Smith, quien superó la defensa rival y marcó el try. Pero la jugada fue invalidada por una pérdida de pelota a la salida de un line.
Minutos más tarde fue amonestado el capitán de Sudáfrica Siya Kolisi, por golpear en la cabeza a Ardie Savea.
En un nuevo avance de los All Blacks, en una jugada colectiva, Jordie Barrett limpió la pelota a la salida de un ruck, Telea avanzó y habilitó a Beauden Barrett para marcar el primer try del encuentro. Mo’unga no pudo aportar la conversión y el marcador quedó en favor de Sudáfrica por un exiguo 12-11
En los diez minutos finales, Nueva Zelanda, aún con un hombre menos, empezó a dominar el scrum y tuvo la chance de pasar al frente con un penal marrado por Jordie Barrett, cuya conversión hubiese representado quedarse con la victoria y título.
Esta fue la segunda vez en la historia en que Springboks y All Blacks se enfrentaron en una instancia final, con el antecedente de 1995, en el cual Sudáfrica derrotó en Johannesburgo a Nueva Zelanda por 15-12.
En la última edición, Sudáfrica había vencido a Inglaterra por 32 a 12 en la final de la Copa del Mundo Japón 2019, en el Yokohama Stadium.