River Plate logró un triunfo clave para acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores al vencer como visitante a Colo Colo en el estadio Monumental David Arellano, de Santiago de Chile, por 2 a 1, sobre el final del encuentro correspondiente a la tercera fecha del Grupo F que ahora lidera merced a las conquistas de Matías Suárez y Esequiel Barco, esta un verdadero golazo.
De esta manera River terminó la primera rueda de la fase de grupos con puntaje ideal, ya que sumó tres victorias en la misma cantidad de presentaciones y es líder de la zona con 9 puntos, seguido por Colo Colo con 6, mientras que el brasileño Fortaleza, al que visitará el jueves 5 de mayo, suma 3 unidades producto de su victoria de esta noche como local sobre el colista Alianza Lima, de Perú (0), por 2 a 1.
Ese mismo día Colo Colo visitará a Alianza Lima, que hoy cayó frente a los brasileños por los goles del argentino Silvio Romero y Hércules, mientras que el uruguayo Pablo Lavandeira había igualado transitoriamente para los peruanos.
River Plate se encontró con un espejo en la capital chilena, ya que el conjunto dirigido por el argentino Gustavo Quinteros en el que juegan sus compatriotas Emiliano Amor, Leonardo Gil, Pablo Solari y Juan Martín Lucero, también posee un juego directo, de transiciones rápidas y permanente vocación ofensiva.
Eso derivó en un primer tiempo muy equilibrado, en el que nunca se registró un dominador claro y el ida y vuelta fue imagen y reflejo de lo que son y ofrecen ambos equipos.
Y en ese devenir del encuentro ambos arqueros pasaron zozobras, aunque el que la pagó más caro, desde lo físico, fue el local Brayan Cortes, que debió ser reemplazado apenas superada la media hora por el ecuatoriano Omar Carabalí a raíz de una lesión.
Franco Armani, en cambio, pese a algunos revolcones pareció sentirse mejor rodeado por su defensa, especialmente por el
chileno Paulo Díaz, justamente un ex Colo Colo que tuvo un choque de cabezas con Marcelo Herrera al que se lo terminó recriminando, tal como sucediera frente a Atlético Tucumán con Marcelo Gallardo por dejar picar una pelota.
Pero el ex San Lorenzo iba a tener su reivindicación desde lo futbolístico en el complemento, ya que tendría la llave de la victoria para el primer gol riverplatense convertido por el ingresado Matías Suárez.
El segundo período transcurría en la misma tónica que el primero y ya empezaba a transitar por la recta final cuando a los 37 minutos Herrera desbordó por derecha y lanzó un centro bajo y lacerante al primer palo que Carabalí no pudo sostener, y entonces el cordobés Suárez, apareciendo por sorpresa tocó el balón a la red.
Podía pensarse entonces que River aprovecharía otra de sus virtudes, que es el contraataque, para tratar de aumentar tanto como para guarecer esa ventaja tan exigua como valiosa, pero por el contrario los de Gallardo fueron por más, con los consabidos riesgos que ello suponía.
Y entonces apareció el ex Independiente, Barco, con su sello de calidad y un derechazo alto y cruzado desde la izquierda que hizo estéril la volada de Carabalí. Un verdadero golazo que hizo saltar nuevamente al buen número de hinchas que se llegaron hasta la capital chilena y que terminó sentenciando la historia y despejando el futuro copero de los “millonarios”.
El descuento del ex Vélez Sarsfield, Juan Martín Lucero, cuando alumbraba el descuento, no permitió alentar ninguna esperanza para los colocolinos ni tampoco ningún temor para los riverplatenses, que se llevaron un triunfo gigantesco y muy celebrado del Monumental chileno.