Boca cayó esta noche de martes sin atenuantes por 2 a 0 en su visita al nuevo puntero del campeonato de la Liga Profesional, Argentinos, en el estadio Diego Armando Maradona, un emblema de ambos clubes, en el cierre de la primera jornada de la novena fecha del certamen.
Los dirigidos por Gabriel Milito anestesiaron a Boca en el primer tiempo con las conquistas de Gabriel Carabajal y Gastón Verón, a los 23 y 42 minutos, respectivamente.
El tanto de Carabajal fue un verdadero golazo tras un derechazo desde afuera del área grande que se incrustó contra el ángulo superior derecho del arco defendido por Agustín Rossi, mientras que el segundo fue obra de un cabezazo bombeado de Gastón Verón, que está reemplazando con éxito al lesionado Gabriel Ávalos.
La clave de esa diferencia en el marcador estuvo originada en el juego, donde se enfrentaron un Argentinos sólido en su desarrollo grupal ante un Boca que es un cúmulo de individualidades que no logró cohesionar Sebastián Battaglia y obviamente todavía su reemplazante Hugo Ibarra no tuvo tiempo de trabajar.
En ese marco entonces, lo que necesitaba el conjunto de La Paternal para transformar en victoria su superioridad en el desarrollo del partido era tener contundencia, y la encontró en esos primeros 45 minutos, para “planchar” la fisonomía del encuentro en el complemento.
Es que el moderno y bien elaborado 3-5-2 de los de Milito fue mucho más efectivo que el antiquísimo 4-2-4 que propuso Ibarra, con Darío Benedetto entre los suplentes lo mismo que Alan Varela.
Pero lo que a Boca le sobraba en ataque le faltaba en el medio, donde la pródiga buena voluntad de Jorman Campuzano, el reemplazante de Varela, y Guillermo “Pol” Fernández resultaba insuficiente para contener la buena circulación de los mediocampistas locales.
Pese a que Nicolás Reniero reiteró su marcada ineficacia goleadora más allá de todo lo que obliga en ataque, su acople con Verón resulta una carta ganadora para el nuevo puntero del campeonato por diferencia de gol sobre Atlético Tucumán.
La presencia de Luis Vázquez en el centro del ataque desde el comienzo se pareció mucho a una despedida para el delantero que podría haber jugado su último encuentro en el “xeneize” ya que su futuro estaría en lo inmediato en Brujas, de Bélgica.
Mientras que su reemplazado, Benedetto, por quien el brasileño Internacional, de Porto Alegre, está preparando una oferta para llevárselo, pareció quedarse en el banco más por sus últimas flojas prestaciones que por algún “castigo” similar al sufrido por Carlos Izquierdoz.
Ninguno de estos movimientos ni variantes le dieron resultados a Ibarra, que meneaba la cabeza cuando a 10 minutos del final daba la sensación de que sus dirigidos podían seguir jugando hasta la madrugada que ni siquiera iban a tener chances de descontar.
Ya por entonces Nicolás Orsini (le anularon un tanto en el arranque del encuentro), uno de los dos centrodelanteros que estuvieron desde el arranque, hacía un rato que estaba sentado en el banco junto a un Frank Fabra muy molesto por haber sido relevado poco antes por Agustín Sández, enn un intento finalmente fallido de intentar hacerse del balón con el ingreso de un intrascendente Óscar Romero.
Tampoco dieron resultados los ingresos postreros de Juan Ramírez y el mencionado Benedetto, porque el partido ya había quedado sentenciado en la primera parte, a tal punto que los hinchas locales se pasaron todo el complemento festejando un triunfo al que le quedaban muchos minutos por delante para consumarse.
Es que Boca nunca dejó de ser una sombra en su paso por La Paternal, mientras que el “Bicho” además consolidó su ubicación entre los clasificados a la próxima Copa Libertadores como escolta a un punto de Racing Club en la Tabla Anual.
En la próxima jornada, ya el venidero fin de semana nomás, Argentinos visitará al siempre complicado Banfield, mientras que Boca será anfitrión de un Estudiantes que viene de capa caída en la competencia local porque apuesta todas sus fichas a una Copa Libertadores de la que el “xeneize” también se acaba de despedir prematuramente.