Los cruceros siguen siendo de los más golpeados por la pandemia de coronavirus y el regreso a la actividad, salvo casos excepcionales, en cuentagotas y con estrictos protocolos, continúa postergándose.

La temporada en Buenos Aires, que suele comenzar todos los años, entre noviembre y diciembre, navega en un mar de incertidumbre.

Costa Cruceros, una de las principales navieras que llega a Buenos Aires y que todos los veranos ofrece salidas hacia las playas de Brasil y Uruguay desde hace más de 70 años, tomó la decisión de cancelar la temporada 2020/2021 en todos los puertos de la región, que incluye también los itinerarios y escalas por Brasil y Uruguay. Este año los barcos Costa Pacífica, Costa Fascinosa y Costa Luminosa no cruzarán el Atlántico, donde se encuentran esperando por la vuelta a los mares, como tenían programado.

“Decidimos cancelar la temporada de este año, que comienza en diciembre y se extiende hasta abril, en todo Sudamérica, la medida tiene que ver con la situación delicada que atraviesa la región y tiene varias aristas: las fronteras están cerradas todavía y los cruceros tocan puertos internacionales”, explica en diálogo con LA NACION Fernando Joselevich, Country Manager de Costa Cruceros para la Argentina y América latina.

La región tiene alto nivel de contagios, que no bajan, los barcos están en Europa y la incertidumbre por las fronteras cerradas propiciaron la decisión. “Tener lista la tripulación incluye una serie de preparativos que necesitan antelación. Todavía tenemos incertidumbre sobre la apertura de fronteras y el avance del Covid. Nos pareció lo más responsable para cuidar a todos no operar este año y poder ofrecer el año próximo un programa como están acostumbrados los pasajeros de Costa”, dice.

Las expectativas para la recuperación de la industria de cruceros están puestas en la vacuna: “Yo creo que en la medida que la vacuna esté disponible, que espero sea pronto, no tengo ninguna duda que los pasajeros van a volver a viajar, y que vamos a volver a tener temporadas exitosas, soy optimista que la industria se va a recuperar rápido”, confía.

A pesar de esta decisión histórica de no traer los barcos, ya tienen la mirada puesta en el 2022: Joselevich anticipa que lanzaron la temporada 2021/2022, para que los pasajeros puedan programar sus vacaciones. Al puerto de Buenos Aires volverá el Costa Pacífica, habitué de la región. “La otra temporada, la siguiente, ya está garantizada. Todos los pasajeros que tenían comparado un viaje pueden acceder a un crédito para tomar un nuevo crucero hasta junio de 2022 y además les regalamos un crédito extra a bordo, que varía según la duración del crucero, para que lo usen en lo que quieran, como spa, excursiones, por ejemplo.”, continúa.

Costa Cruceros retomó sus operaciones en el Mediterráneo durante el fin de semana, con salidas desde Trieste, con escalas solamente en Italia, exclusivas para italianos y estrictos protocolos. “Vamos a empezar de a poco con cruceros regionales, a combinar dos o tres países, estamos habilitados para hacer los test rápidos. Nos pone contentos haber podido operar al menos en Italia”, agrega. La vuelta al Caribe de Costa Cruceros, por ahora sigue en estudio, esperando la evolución del virus y la apertura de fronteras, la mayoría cerradas.

Por su parte, MSC Cruceros, la otra naviera que comparte el protagonismo en el puerto de Buenos Aires cada verano con Costa, confirmó que operarán durante la temporada 2020/2021, tal como lo tenían previsto. El primer barco llegará el 9 de diciembre al la terminal porteña con brasileños y los argentinos podrán embarcar el 19 de diciembre en el MSC Sinfonía rumbo a Brasil.

“MSC confirma la temporada para Sudamérica. Estamos trabajando con las autoridades para aprobar los protocolos, que ya tenemos. Los protocolos aplicados por MSC Cruceros en el reinicio de las operaciones en el Mediterráneo hace tres semanas han sido efectivos, ya están probados, funcionan”, asegura Javier Massignani, director de MSC Cruceros para la Argentina.

“Habrá algunas alteraciones en las actividades, como las excursiones adaptadas, mayor distancia, turnos para la pileta, pero va ser un viaje seguro, dentro de una burbuja social, con todos los pasajeros testeados antes de embarcar y con la capacidad al 70 %, entre otras medidas, por eso podemos garantizar unas vacaciones seguras”, explica.

Los barcos de MSC que usarán en la temporada de verano están frente a la costa de Brasil, cerca de Santos, por lo que no tienen que hacer el cruce trasatlántico.

MSC Cruceros retomó los cruceros por el Mediterráneo hace unas semanas con protocolos que incluyen un examen a los pasajeros antes del embarque que comprende un control de temperatura, un cuestionario de salud y una prueba de frotis de Covid-19 (test rápido de una hora).

Otra de las medidas de seguridad es que todos los huéspedes reciben una pulsera que les permite, por ejemplo, abrir la cabina y realizar pagos, para evitar tocar superficies.

A la Argentina llegará el MSC Sinfonia para itinerarios de 8 y 9 noches desde Buenos Aires hacia Montevideo, Búzios, Río de Janeiro, Ilhabela o Ilha Grande/Angra dos Reis e Itajaí, en Brasil. También el MSC Preziosa, que desde Buenos Aires irá al Nordeste de Brasil.

Silversea, naviera de pequeños barcos de lujo, también confirmó la temporada en América del Sur y la Antártida, donde llegan todos los veranos. “Silversea planea temporada en la Argentina con barcos a la Antártida en el periodo de diciembre 2020 a febrero 2021 y barcos de Buenos Aires a Río de Janeiro y de Valparaíso a Buenos Aires en febrero. De hecho, tenemos los itinerarios en la Web y aceptamos reservas. Todavía estamos definiendo el protocolo, que esperamos tenerlo listo a fin de mes”, cuenta Claudia Lamesa, representante de la compañía en la Argentina.

Desde el Puerto de Buenos Aires comentaron que continúan coordinado los protocolos entre el Ministerio de Salud y las navieras, aunque todavía no tienen nuevas confirmaciones ni cancelaciones de otras navieras que también llegan a la terminal porteña.

La Terminal Benito Quinquela Martín, que está atrás de Retiro, vive veranos intensos, con crecimientos sostenidos: el año último recibió 124 recaladas, entre los barcos que hacen escala y los que la utilizan como puerto de embarque y desembarque. El número de pasajeros que transitó por los pasillos del puerto ascendió a 390.000 pasajeros.

La industria de los cruceros navegaba con viento en popa hasta la irrupción del coronavirus, con un crecimiento estimado del 6% anual. Para este año se esperaba que los cruceristas asciendan a 30 millones en todo el mundo, según datos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), lo que lógicamente no va a ocurrir.