El proyecto de alivio fiscal para monotributistas y autónomos fue aprobado este jueves por la noche y de esta manera se convirtió en ley, luego de una extensa sesión de la Cámara de Senadores. La iniciativa fue aprobada al filo de la medianoche para evitar que, a partir del 1 de julio, se disparen las nuevas categorías.

La iniciativa obtuvo el apoyo unánime de la Cámara alta. Cabe recordar que el proyecto consiguió dictamen el pasado jueves, menos de una semana después de haber sido aprobada en la Cámara baja, durante una breve reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado. Allí, tanto el oficialismo como la oposición anunciaron su respaldo a la iniciativa.

Desde Juntos por el Cambio habían indicado que votarían de manera favorable en general y que reclamarían algunos cambios en su discusión en particular.

El Frente de Todos hizo pesar su número en la Cámara alta, que alcanza la mayoría necesaria con el apoyo de sus aliados, y el proyecto fue convertido en ley sin cambios en la noche del 30 de junio, al filo del inicio julio, mes en el que deberían comenzar a correr los nuevos parámetros de facturación en la recategorización semestral.

El proyecto fue abordado en un breve debate para que pudiera quedar sancionado antes de la medianoche y evitar así que las nuevas escalas se disparen a partir del 1 de julio.

En ese sentido, el jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, reclamó adelantar la discusión del proyecto y acortar la lista de oradores de cinco intervenciones a solamente dos: las del jefe de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista riojano Ricardo Guerra; y la del vicepresidente de esa comisión, el radical chaqueño Víctor Zimmermann.

La iniciativa pretende mejorar la situación de alrededor de 4,5 millones de monotributistas y de más de 140.000 autónomos.

El proyecto, presentado originalmente por el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, busca, por un lado, actualizar la facturación de los monotributistas para evitar que tengan que cambiar de categoría y pagar mayores cuotas y, por otro, aumentar las deducciones de ganancias que pagan los empleados que revisten en la categoría de autónomos.

Los cambios suman nuevos beneficios para los sectores de menor facturación e incrementan en un 60% el monto tope de las primeras cuatro categorías del monotributo, mientras que en las dos primeras -A y B- se eliminó el pago del componente impositivo.

Las reformas implementadas al proyecto original contemplan que las categorías más bajas del monotributo -A y B- no paguen el componente impositivo, por lo que la cuota mensual será de $288 y $555 por mes, respectivamente.

Para darle progresividad a la medida, este beneficio será para los monotributistas “puros”, es decir para quienes no tienen otros ingresos ya sea por jubilaciones, relación de dependencia, rentas financieras o alquiler de inmuebles.

De acuerdo con el dictamen original, la facturación que podrá alcanzar cada categoría del monotributo será la siguiente: Categoría A $ 748.382; Categoría B $1.112.459; Categoría $1.557.443; Categoría D $1.934.273; Categoría E $ 2.277.684,56; Categoría F $ 2.847.105,70; Categoría G $ 3.416.526,83; Categoría H $ 4.229.985,60; Categoría I $ 4.734.330,03; Categoría J $ 5.425.770,00; y Categoría K $ 6.019.594,89.

De esta manera, según se precisó, no incluirá aumento en las cuotas mensuales a pagar, sino que sólo se busca una actualización de los topes máximos de facturación para que los monotributistas no tengan que saltar hacia una escala mayor, o quedar afuera del Régimen Simplificado.

Los cambios impactarán positivamente en la situación económica de 4.498.419 monotributistas, de los cuales el 39% residente en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y el 61% restante en el resto del país.

Con respecto a los autónomos, el proyecto prevé de 2 a 2,5 veces la deducción especial para autónomos y en triplicar la de nuevos profesionales.