Ya se respira la tensión. Lo futbolístico, luego del empate ante Argentinos (1-1) que no le proporcionó el liderazgo en soledad de la Superliga, ya quedó definitivamente a un costado para un Boca que empieza a latir casi en soledad al ritmo político. Porque el próximo domingo el conjunto de Gustavo Alfaro cerrará el año en Rosario, ante Central, pero todas las miradas se las llevarán las elecciones que, a través de los socios, designarán al nuevo presidente que suceda a Daniel Angelici.

Christian Gribaudo-Juan Carlos Crespi, por el oficialismo; José Beraldi-Royco Ferrari y Jorge Amor Ameal-Mario Pergolini, por la oposición, serán las cabezas de cada una de las tres listas que serán opciones en los comicios.El sábado pasado se terminó de sentenciar una tendencia que, en la Bombonera, parece ya muy marcada: Juan Román Riquelme, que hace unas semanas explotó la bomba al confirmar que será el vicepresidente segundo de la última dupla mencionada, volvió al estadio xeneize tras 1697 días (cuatro años, cuatro meses y 22 días) y no solo recibió el cariño de la gente por el significado que tiene en la historia del club sino también demasiado apoyo de cara al domingo, representada en infinitas solicitudes de fotos y en desesperadas muestras de interés popular por obtener las caretas con su cara que tanta polémica generaron en el ingreso.