El presidente Alberto Fernández dio a conocer este viernes la nueva etapa del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para los salarios que se deben pagar a comienzos de agosto.

El ATP apunta a “proteger y estimular el empleo en el marco de la pandemia de coronavirus COVID-19”, remarcó el Gobierno.

Los empleadores solicitan el beneficio a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y, en caso de ser aprobado, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) envía el dinero directamente a las cuentas bancarias de los trabajadores registrados.

Pero en esta oportunidad, se espera que haya una menor cantidad de empresas alcanzadas por el beneficio. En este contexto, las que hayan subido su facturación un 5% interanual en términos nominales, lo que marca una caída de más del 27% en términos reales, perderán dicha ayuda estatal.

Tampoco estarán las empresas de más de 800 trabajadores (las que representaron el 0,1% del total de las beneficiarias en la fase previa). Las excepciones serán aquellas que integren los sectores considerados críticos, como el turismo, la salud y la gastronomía, entre otros.

Este recorte tendrá en su lugar una línea de créditos con tasa subsidiada para pagar el salario a sus empleados.

En este caso, según informó Matías Kulfas, las empresas que en el último año facturaron hasta 30% más, podrán obtener créditos a tasa subsidiada y avalados por el Fogar para financiar la nómina salarial.

Si facturaron 10% más, la tasa será cero; de 11 a 20%, del 7,5%; y la tasa será de 15% para empresas que hayan facturado de 21 a 30% más; mientras continúa el respaldo a monotributistas y autónomos, y se lanzará una nueva versión para sectores vinculados con la cultura, con un período de gracia de 12 meses.

El mandatario subrayó durante la presentación la necesidad de que “estemos juntos en la construcción de un nuevo país para un desarrollo igualitario en el que ganen todos, y no donde unos ganen y otros pierdan”, y añadió: “Después de la pandemia tenemos la oportunidad única de construir otro país más justo”.

“Desde la hora cero supimos que teníamos que garantizar la continuidad del empleo, y así llegamos a este aporte para el trabajo y la producción que sigue teniendo en cuenta que la pandemia no arrastre a nuestras empresas y a nuestros trabajadores, y que todos sigan sobrellevando el esfuerzo sabiendo que hay un estado ayudándolos a pasar este mal momento”, expresó.

En ese marco,el Presidente anticipó que la semana que viene anunciará 60 medidas para la reconstrucción del país luego de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y la cuarentena.

Las medidas adoptadas por la cuarentena demuestran todo lo contrario: “Lo planificamos desde el primer día para que la pandemia no arrastre a nuestras empresas y a nuestros trabajadores y todos puedan sobrellevarlo sabiendo que hay un Estado ayudándolos”.

“Hicimos el esfuerzo de sostener a las empresas para que en el día después estemos en condiciones de levantar una perilla y poner todo en marcha. Y lo vamos a hacer”, planteó.

Dijo que ese plan abarcará a todos los sectores: la industria nacional, el campo, las pymes y los trabajadores. Y retomó el discurso pronunciado por el empresario Mario Gil, que lo antecedió en la palabra, para cuestionar las pandemias sin virus, en alusión al gobierno de Mauricio Macri.

“Hemos vivido pandemias sin virus y esas pandemias arrasaron con más de 20 mil pymes en cuatro años. Destruyeron un montón de trabajo industrial. Cuando uno habla de la necesidad de desarrollar industria y pymes, no quiere dejar a nadie afuera. Quiere que a las grandes empresas les siga yendo bien y que el campo siga produciendo y en todo caso, que se asocie a la industria para agregar más valor”, analizó.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, precisó que el programa ATP será “recalibrado” para continuar apoyando hasta diciembre a las empresas de hasta 600 ocupados cuya facturación fue negativa en junio frente a 12 meses atrás.

Asimismo, confirmó que “se les va a pagar el equivalente a la mitad del salario de los trabajadores”, con un piso de un salario mínimo vital y móvil y un techo de 1,5, y aclaró que se mantendrá el apoyo a las compañías en sectores “críticos” como turismo, gastronomía, salud, deportes y cultura.

Poco antes de los anuncios, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, aseguró que el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) “se irá adaptando a medida que vuelva la actividad” e indicó que este beneficio alcanza a un total de 2.400.000 trabajadores.

Tras indicar que beneficia a 2,4 millones de trabajadores, Moroni afirmó que “hay algunos cambios en el programa pero la filosofía se mantiene”, y anticipó que lo que harán desde el Gobierno es “ir adaptando el programa a medida que vuelva la actividad”.

Al ser consultado sobre la estimación oficial de cuántos puestos de trabajo se perdieron durante la pandemia, Moroni calculó que “hay unos 200.000 puestos de trabajo menos pero, a diferencia de lo que ocurrió en el mundo, las medidas de protección del empleo fueron eficaces”.

“El problema hoy es que la creación de empleo es cero y la renovación de contratos temporales es cero, pero, si bien hay despidos, estamos teniendo un número cercano o menos bajas por despidos que años anteriores”, precisó el titular de la cartera laboral.

Al opinar sobre cómo impactarán estos números en el índice de desempleo, Moroni dijo que estimaban una suba “de algún par de puntos”, y argumentó que “siendo la crisis económica más importante de la historia argentina es imposible que el índice no suba”.

Ante una pregunta respecto de si el Gobierno impulsará una reforma laboral, subrayó: “La reforma laboral, con la carga que tiene este concepto, no está en nuestro diccionario”.