El canciller Santiago Cafiero aseguró este martes que “si algo demostró la pandemia es el valor de la salud pública” y sostuvo que “de aquí en adelante, nuestras energías deberán centrarse en una renovada solidaridad y cooperación internacional que garanticen una recuperación robusta, resiliente e inclusiva”, al hablar en la Cumbre de Líderes del G20 en Bali, Indonesia.
En la II Sesión Plenaria del G20, sobre “Salud”, Cafiero volvió a reemplazar al presidente Alberto Fernández, quien sufrió una gastritis erosiva con signos de sangrado, tras haber presentado más temprano un episodio de hipotensión y mareos, lo que obligó a suspender sus actividades.
En el Centro de Convenciones del G20, en el Candi Ballroom, el ministro de Relaciones Exteriores dijo que “los desafíos de la post-pandemia son enormes, pero nunca debemos olvidar que muchos seres humanos quedaron en el camino”, y remarcó que “la Argentina expresa una vez más su solidaridad con todas las víctimas de la pandemia y sus familias”.
“También subrayamos nuestra gratitud con las y los trabajadores de la salud”, que “constituyeron la primera línea de combate al Covid-19”, agregó en otro párrafo de un discurso de tres minutos de duración.
“Como nos enseñó Ramón Carrillo”, señaló Cafiero en alusión al primer ministro de Salud del país, “‘frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas'”.
Y remarcó que “una política de salud presupone siempre una política social porque no hay comunidad digna de ese nombre si mira impávida cómo desciende la expectativa de vida”.
“Lo hemos sufrido en carne propia: América Latina concentra el 8 por ciento de la población mundial, pero a la vez el 26 por ciento del total de muertes relacionadas con el Covid”, añadió el canciller.
Asimismo, señaló que “las debilidades estructurales que hicieron que los países en desarrollo sufriéramos más que otros -esto es la pobreza, el trabajo informal, la falta de acceso a los servicios de salud, falta de conectividad, espacio fiscal, entre muchos otros- son también factores explicativos de una recuperación insuficiente y desigual”.
“Necesitamos un cambio de paradigma financiero para avanzar en un desarrollo resiliente y sustentable”, consideró Cafiero, y puntualizó que “el G20 tiene una responsabilidad clave en esta tarea” porque “también posee la capacidad, y el poder político para impulsar el desarrollo de los instrumentos concretos que sienten las bases para una nueva solidaridad global”.
El canciller puntualizó que “en los picos de demanda de equipos y productos no puede suceder que, otra vez, la concentración de la producción y la distribución afecte a la mayoría de los países”.
En ese marco, destacó que “para evitarlo, la Argentina continúa apoyando todos los esfuerzos para diversificar los lugares de producción de bienes médicos esenciales, tal como lo conocen bien los países que integran la Organización Mundial de la Salud”.
“Para la Argentina, la salud es un derecho humano fundamental, lo cual es reconocido como tal no solo por nuestra Constitución sino también por el derecho internacional de los derechos humanos”, expresó Cafiero, y siguió: “Con base en ese principio y en la perspectiva de género, reafirmamos que los medicamentos, tratamientos y vacunas contra el Covid-19 son bienes públicos globales”.
“Ello implica que deben ser distribuidos justa y equitativamente en todo el mundo, sin exclusiones, condiciones ni demoras”, completó el funcionario.
Por otra parte, reseñó que “en la decimosegunda Conferencia Ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), los miembros acordamos una decisión sobre propiedad intelectual vinculada a las vacunas para el Covid-19”.
“Ahora es el momento de extender esta decisión a los diagnósticos y tratamientos, elementos cuya importancia relativa se ha ampliado en esta etapa”, subrayó Cafiero.
Más adelante indicó que el país “continúa trabajando intensamente en políticas públicas de apoyo a la investigación y el desarrollo para combatir la pandemia”.
“Algunas de nuestras empresas están integradas en las cadenas de producción mundial de dos vacunas internacionales, con una capacidad de producción de ciclo completo, lo que nos permite incorporar nuevos desarrollos”, explicó.
El canciller expresó que la Argentina “reconoce el obstáculo que esto genera para la obtención de insumos de forma justa y equitativa, pero subrayamos la necesidad de trabajar, al mismo tiempo, en un marco para la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de esos recursos genéticos”.
Cafiero indicó que “la experiencia reciente demuestra la necesidad de reforzar las cadenas de suministro regionales de tal manera de reducir la vulnerabilidad sanitaria de América Latina frente a futuras crisis” y enfatizó que “la región tiene los recursos para desarrollar una industria farmacéutica, de biotecnología y servicios de salud integrada y competitiva”.