La industria y la construcción, dos sectores importantes de la economía por su incidencia en el empleo y en la producción, frenaron su recuperación luego del derrumbe de actividad que tuvieron en abril (el momento más rígido de la cuarentena), al caer levemente en agosto con relación al mes anterior.

Para los próximos meses, los economistas estiman que el rebote de la actividad dependerá de la recuperación del consumo y de la incidencia que puedan tener las turbulencias financieras, que generan incertidumbre y paralizan la demanda.

Así lo informó hoy el Indec al difundir el índice de producción industrial manufacturero (IPI), que reflejó en agosto una caída interanual de 7,1% y una contracción en la medida mensual desestacionalizada de 0,9% frente a julio, mes en el cual había crecido 2,9%.

En tanto, el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) del mismo mes mostró un retroceso anual de 17,7% y cayó 1% frente al mes anterior en la medida sin estacionalidad, cuando creció 6,8%.

“Había habido mucha recomposición de stock en ambos indicadores. La industria venía de niveles de producción cero y muy bajo en varias ramas en abril y mayo. Los primeros meses estuvieron apalancados por recomposición de stock, pero el aumento de ventas no tuvo el mismo ritmo en muchas de ellas, por lo tanto el proceso se desaceleró y terminó devolviendo algo de la suba previa en agosto. Lo mismo ocurrió con la construcción. De cara a septiembre, hay que ver si el salto de la incertidumbre profundiza ese movimiento o no”, explicó el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.

Matías Carugati, director ejecutivo de Seido, coincidió en que los datos de agosto muestran que “se perdió el poco impulso que hubo después del parate tan forzado” de la cuarentena. Según el economista, “el efecto rebote dura un tiempo, después se necesita que haya demanda para sostener esa actividad”.

“No vamos a recuperarnos tan rápido ni tan fuerte como se esperaba al comienzo de la pandemia. El daño que se generó fue bastante más profundo. La salida será más lenta y más débil, y estará ajustada a lo que suceda con la situación macro en general: si el Banco Central sigue perdiendo reservas, tal vez veamos problemas con el control de importaciones, lo que quitará aire para la recuperación”, analizó Carugati.

En concreto, en agosto, 12 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. En orden a su incidencia en el nivel general, se registraron bajas en industrias metálicas básicas, -25,2%; alimentos y bebidas, -4,9%; prendas de vestir, cuero y calzado, -30,7%; otros equipos, aparatos e instrumentos, -29,3%; vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes, -17%; productos de metal, -12%; refinación del petróleo, coque y combustible nuclear, -13%; productos textiles, -19,4%; productos minerales no metálicos, -7%; madera, papel, edición e impresión, -3,1%; otro equipo de transporte, -42,5%, y productos de caucho y plástico, -3,7%.

Por su parte, mostraron subas las divisiones sustancias y productos químicos, 10,4%; muebles y colchones, y otras industrias manufactureras, 10,2%; maquinaria y equipo, 5,2%, y productos de tabaco, 8%.

Los insumos para la construcción, en tanto, mostraron bajas interanuales de 64,2% en hormigón elaborado; 60,9% en asfalto; 49% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); 41,4% en mosaicos graníticos y calcáreos; 38,5% en yeso; 19,3% en artículos sanitarios de cerámica; 12,5% en cemento portland y 12,2% en hierro redondo y aceros para la construcción.

Mientras tanto, se observan subas interanuales en insumos relacionados con refacciones del hogar, como ladrillos huecos (17,4%), pinturas para construcción (7,7%), placas de yeso (7,1%), pisos y revestimientos cerámicos (1,7%), y cales (1,2%), que están más baratos en dólares.