Muchos se preguntaban si volverían a navegar. Si ese mundo de multitudes a bordo y en espacios cerrados podía volver a verse en el corto plazo, con el coronavirus todavía acechando. Contra los pronósticos pesimistas de unos y la resiliencia y el empeño para diseñar protocolos seguros por parte de las navieras, los cruceros muy de a poco están saliendo a flote y retomando sus salidas, después de un año que paralizó a la actividad prácticamente por completo. Una industria que movía, hasta ese fatídico marzo de 2020, casi 30 millones de pasajeros por año y les daba trabajo a 1,8 millones de personas, según cifras de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).

En junio, con la llegada del calor al hemisferio norte y el avance de la vacunación en el mundo se empezaron a abrir las fronteras y los cruceros volvieron a los mares, con estrictos protocolos, que incluyen menos aforo de pasajeros, test previo al embarque, excursiones en burbuja y hasta restricciones en el servicio de buffet en muchos casos, entre otras medidas.

Pero el regreso no fue en aguas calmas y trajo más dolores de cabeza a una industria que atraviesa una profunda crisis, con una inesperada grieta entre las navieras norteamericanas que quieren que todos los pasajeros estén completamente vacunados, las europeas que no piden ese requisito y las políticas y restricciones de los estados donde recalan, a veces contrapuestas, unas con otras.

En Miami, capital mundial de los cruceros, se desató la polémica, entre los que pretendían que todos los pasajeros a bordo estuvieron vacunados con el esquema completo (con las vacunas aprobadas en Estados Unidos) y entre los que consideraban que esa exigencia esconde una discriminación, porque la vacuna no es obligatoria.

Por un lado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y las navieras exigen que los pasajeros y la tripulación estén vacunados y por otro, una ley en Florida, que fue aprobada en abril, prohíbe que se requiera prueba de inmunización para ofrecer cualquier servicio. El gobernador del estado Ron DeSantis advirtió que multará con 5000 dólares por pasajero a las navieras que exijan el test. La compañía NCL que ni siquiera pretende aceptar a bordo a los menores no vacunados, apeló la medida y amenazó con cancelar las salidas previstas para agosto desde Florida. Royal Caribbean y Carnival, por ejemplo, les pedirán seguro médico obligatorio a los no vacunados, aunque todos deberán usar tapaboca en lugares cerrados como ascensores y otras áreas.

Entre muchas idas y vueltas, el crucero Celebrity Edge, levantó el ancla, y fue el primero en reiniciar las navegaciones desde Estados Unidos después de 15 meses, con una salida por el Caribe a fines de junio con dos clases de pasajeros a bordo: los que están vacunados contra el Covid-19 y los que no, que enfrentan restricciones adicionales.

En Europa también se retomaron las salidas en la mayoría de los principales puertos, que progresivamente fueron abriendo, como las terminales españolas, pero en muchos casos solo para pasajeros del espacio Schengen, prohibición que se levantaría pronto. En Inglaterra, por ejemplo, el flamante MSC Virtuosa, que hace salidas por las islas de Reino Unido, sólo acepta pasajeros británicos. También se sumaron más itinerarios por el Mediterráneo oriental, en destinos como Israel y Chipre, de los primeros en permitir la actividad.

Tanto MSC Cruceros como Costa Cruceros no exigirían que los pasajeros tengan las dos dosis de la vacuna, pero sí solicitarían test antes del embarque, tal como hacen actualmente en los destinos donde ya ofrecen viajes.

En la Argentina, el panorama todavía es incierto. Los puertos de Buenos Aires y de Ushuaia, los más transitados, continúan cerrados para recibir cruceros desde el comienzo de la pandemia. De todas maneras, las navieras que habitualmente ofrecen itinerarios por estas costas siguen trabajando para poder desarrollar la temporada 2021/2022. Así, Costa Cruceros planea traer al Costa Fascinosa, que arribaría el 17 de diciembre de 2021 a la terminal porteña y realizaría los clásicos itinerarios por las playas de Brasil y Uruguay. La naviera ofrece hasta mañana importantes descuentos por compra anticipada. También llegarían a estas latitudes el MSC Orchestra y el MSC Sinfonia, de MSC Cruceros, en diciembre para poner proa hacia Brasil.

Tanto MSC Cruceros como Costa Cruceros no exigirían que los pasajeros tengan las dos dosis de la vacuna, pero sí solicitarían test antes del embarque, tal como hacen actualmente en los destinos donde ya ofrecen viajes.

Al margen de las salidas para los próximos meses, la apuesta de los cruceros es a largo plazo: cuando la pesadilla haya pasado. Ya se comercializan viajes para el 2023 y hasta para el 2024, por diferentes regiones del mundo, como un exclusivo itinerario de Silversea Cruises, de más de 100 días por el Lejano Oriente. Ese público fiel, que vuelve a embarcarse año tras año, al parecer demandará viajes más largos.

Andrea Ventura