Después de estar congelados desde mayo del año pasado, los precios de los combustibles subieron desde la medianoche del miércoles. El incremento rondará el 9%. Está encabezado por YPF, y también lo adoptarán las otras petroleras.
Tras la suba del barril de petróleo en todo el mundo, los precios de los combustibles se incrementaron en casi todo el mundo, desde Brasil hasta Estados Unidos, pasando por Inglaterra y Corea. Pero la Argentina estuvo aislada de esa realidad, ya que YPF se comprometió a no aplicar ningún aumento después de mayo y así lo hizo.
Desde mayo de 2021, el precio del petróleo Brent (que es referencia para la Argentina y se comercializa en dólares) subió un 28%, mientras que el tipo de cambio oficial aumentó casi un 12%. Por esta razón, en la industria hablan de un atraso no inferior al 25%.
La inflación acumulada desde mayo hasta ahora también merodea ese 25%.
El litro de nafta súper estaba hasta el martes en $ 90,40 en las estaciones de YPF en la ciudad de Buenos Aires. En el interior son más caros, como también son más elevados en el resto de las petroleras. La súper se conseguía a $ 104,80, mientras que el gasoil de mayor calidad estaba en $ 99,90 siempre en Buenos Aires.
Tras este aumento, podría haber más en los próximos meses.
En 2021, YPF realizó unas correcciones durante el verano. Y en marzo anunció tres aumentos consecutivos (marzo, abril y mayo) que daban alrededor de un 18%. En mayo de 2021, los combustibles de esa petrolera llevaban más de un 70% de incremento en 9 meses, más que cualquier otro indicador de ese momento (dólar oficial o inflación).
Pero desde mayo de 2021 que YPF no aumentaba. Y, de esa forma, los combustibles pasaron a la vereda opuesta: se convirtieron en el único importe de la economía que no se modificó en 8 meses.
Los analistas suelen señalar que el aumento de combustibles tiene peso sobre la inflación, aunque en la industria lo consideran exagerado. Los costos logísticos de las compañías suelen subir cuando hay remarcación en los surtidores.