River sacó adelante un partido que pintaba complicado por la jerarquía de sus individualidades y sigue prendido en la lucha por el campeonato. Gracias a los goles de Jorge Carrascal, Julián Álvarez y Braian Romero, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo se impuso este sábado en Santiago del Estero 3-1 a Central Córdoba, que descontó por intermedio de un penal anotado por Leonardo Sequeira. Con los tres puntos llegó a 28 unidades y se mantiene a dos del líder Talleres.

Un planteo conservador pero efectivo posibilitó que Central Córdoba neutralizara a River en la primera media hora de juego. Los santiagueños acumulaban piernas delante del área y provocaban que esos obstáculos impidieran que los jugadores visitantes pudieran progresar en ataque. Sin embargo, un error en la salida generó la maniobra que derivó en el primer gol y comenzara a cambiar la historia del partido. Maciel quiso salir jugando, pero Álvarez lo presionó y cedió para Carrascal, que definió sin incovenientes para adelantar a los visitantes en el marcador.

El gol le posibilitó a River tener unos minutos de control del juego, ante un rival que debía cambiar el plan original y salir a buscar el partido unos metros más adelante. Por eso, el conjunto de Gallardo ya gozó de algunos espacios que antes no había tenido y que cerca estuvieron de darle el segundo gol, sobre todo a través de Julián Álvarez.

Y precisamente fue el joven delantero el que encontró la fórmula para llegar al segundo tanto, cuando resolvió de manera magnífica un contraataque que parecía disiparse en los pies de Carrascal. Sin grandes diferencias, River estaba dos goles arriba en un desarrollo mucho más equilibrado.

La sensación de partido sentenciado flotaba en el aire del estadio Madre de Ciudades, pero una mano con cierta polémica de Angileri le dio vigor al conjunto de Rondina, que llegó al descuento por intermedio del penal anotado por Sequeira. El impacto anímico del 2-1envalentonó a Central Córdoba, que se adelantó en el terreno y provocó algunas acciones que alteraron la tranquilidad de Armani. De hecho, el arquero de River fue clave para sostener el triunfo en un mano a mano con Riaño, ya que alcanzó a desviar el balón antes de que rebotara en el palo.

Cuando la victoria corría riesgo, Romero apareció para anotar el gol que le dio tranquilidad a River y aseguró una victoria que fue más complicada de lo que reflejó el marcador final.