El tenista argentino Diego Schwartzman rindió de mayor a menor y lo pagó con la derrota en la final del Argentina Open, donde defendía el título y fue superado este domingo por el noruego Casper Ruud por 5-7, 6-2 y 6-3.

El “Peque” Schwartzman, ubicado en el puesto 15 del ranking mundial de la ATP, se fue desinflando a partir del segundo set y perdió al cabo de dos horas y 34 minutos con Ruud (8), quien estiró a 16 partidos su invicto sobre polvo de ladrillo y reconquistó el trofeo del ATP porteño que había ganado en la edición 2020.

Un estadio Buenos Aires Lawn Tennis Club con la cancha central Guillermo Vilas al tope de su capacidad, con 4.950 espectadores, fue el escenario que albergó la final entre los dos máximos favoritos y que se decantó por el jugador extranjero, quien atraviesa el mejor momento de su carrera y no para de acumular títulos en polvo de ladrillo.

“Viví una semana espectacular, con la gente llenando el estadio y alentando. Lamentablemente en la final me tocó un rival que jugó mejor, es algo que puede pasar”, analizó el “Peque” Schwartzman, en su primer contacto con los medios de prensa, tras la derrota.

“Casper es un caballero adentro de la cancha, es un tenista muy joven y ya tiene siete títulos, seguramente dará mucho que hablar en los próximos años”, elogió el “Peque”.

“Pese a no haber podido retener el título fui muy feliz adentro de la cancha, realmente disfruté esta semana y quiero regresar el próximo año para intentar ganar el trofeo de nuevo”, indicó finalmente Schwartzman, quien acumula 24 partidos jugados en el Argentina Open y de los tenistas que aún están en actividad únicamente lo supera Federico Delbonis con 26.

El noruego, nacido en Oslo hace 23 años, conquistó el año pasado los torneos de San Diego, Kitzbuhel, Gstaad, Bastad y Ginebra, que sumados a los dos en Buenos Aires elevan a siete su cosecha personal.

En su primera mitad, la final fue pareja, con cada uno conservando su servicio hasta el undécimo game en el que se produjo el único quiebre, en favor del argentino.

El planteo inicial en ese parcial fue con el “Peque” ganando puntos con su revés y luciendo un mayor poder de repentización, mientras que el escandinavo imponía su velocidad para solucionar cualquier error.

El noruego, que no había cedido ningún set en sus partidos anteriores ante el español Roberto Carballes Baena (78) y los argentinos Federico Coria (65) y Federico Delbonis (42), estuvo a punto de ceder su servicio en el séptimo game, pero reaccionó para levantar un 15-40 utilizando variantes de ángulos, profundidad y potencia.

Schwartzman combinó buenos ataques en medio de los peloteos de fondo que prevalecían en el partido y mostró su mejor versión luego de haber levantado un set point en contra en el marcador 5-4 para el noruego.

Schwartzman conservó su saque, luego devolvió a la perfección para quebrar el servicio de Ruud y pasó al frente por 6-5 hasta que cerró el set por 7-5 con un preciso smash que generó la primera gran ovación de la tarde.

En el segundo parcial, el “Peque” mantuvo su nivel de concentración únicamente en los dos primeros games. Luego comenzó su vertiginosa caída, ya que perdió intensidad y el noruego ajustó su derecha para empezar a ganar más cómodo sus juegos de saque.

El argentino cedió su saque para quedar 2-4 abajo y el noruego fue creciendo en su nivel hasta despegar 5-2 en el marcador, tras retener en cero su servicio.

Ruud sacó a relucir su calidad de “top ten” para ganar seis juegos consecutivos y así pasó al frente por 6-2 y luego 2-0, con una intensidad que el “Peque” no podía equiparar, seguramente debido al desgaste físico que realizó en los partidos anteriores que le ganó al español Jaime Munar (90), a su compatriota Francisco Cerúndolo (107) y al italiano Lorenzo Sonego (22), los dos últimos en tres sets.

Ruud siguió castigando con su derecha hasta lograr una ventaja de 4-1 que le permitió regular el esfuerzo mientras que el “Peque” sin margen de error debió arriesgar más de la cuenta para intentar evitar una derrota que se intuía irreversible.

El noruego sacó impecable en el 5-2 y repitió para llevarse el set por 6-2 y así conquistar un nuevo título en su carrera y el segundo en Buenos Aires. El único tenista que conquistó tres veces el ATP porteño fue el español David Ferrer en años consecutivos: 2012, 2013 y 2014.

Los campeones de dobles

Antes de la final de singles se jugó la de dobles, y hubo un argentino que gritó campeón, Andrés Molteni, junto al mexicano Santiago González. Molteni y González emplearon apenas 47 minutos para vencer en la final al marplatense Horacio Zeballos y al italiano Fabio Fognini por 6-1 y 6-1.

Para Molteni y González se trató de la segunda semana consecutiva alzando un trofeo, puesto que venían de ser campeones en Córdoba.