En la Argentina, la industria de viajes y turismo podría finalizar este año con pérdidas económicas estimadas en US$ 25.600 millones debido a la pandemia del coronavirus. Además, se espera una caída de unos 882 mil puestos de trabajo vinculados a esta actividad que aporta aproximadamente el 10% del PBI local.

Las previsiones corresponden al Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en ingles), el organismo que representa al sector privado de viajes y turismo a nivel global y genera el 10,4% del PBI.

Gloria Guevara Manzo, presidenta y CEO del WTTC, comienza contando que la crisis por el Covid 19 se profundizó porque “todos los países empezaron a mirar hacia adentro y la coordinación internacional fue muy limitada”, diagnostica. “Es lo que más nos ha afectado.Lo peor que pueden hacer los paises es mantenerse cerrados. Esperemos que esto cambie para que podamos recuperarnos”, dice. Según su visión la recuperación de la actividad podría darse en 18 meses a partir del verano, aún sin la vacuna y si se toman las medidas adecuadas. De otra manera, el promedio del despegue podría ser fácilmente de unos tres o cuatro años, tal como ocurrió en la crisis del 9-11, recuerda.

“Aprendiendo del pasado, vemos que la coordinación internacional es fundamental. Acá vimos que los paises empezaron a cerrarse, primero China, luego Europa. Cada uno decidió implementar sus propias medidas, practicar sus propias pruebas y esa descoordinación -se entiende en un principio de la crisis- pero luego viene el impacto económico y social. Porque los paises no vivimos en forma independiente. Sobretodo en el tema de los viajes. Si no hay viajes, no hay comercio”, enfatiza.

Según la representante del WTTC, que fue además ministra de Turismo de México, el sector privado pidió la colaboración del G-20 que agrupa a algunos de los principales paises emisores de turistas para generar una recuperación más rápida del sector. “Como miembro del G-20, Argentina tiene un rol importante en la colaboración de los sectores público-privado para no depender de estímulos o subsidios que son mucho mas costosos para los gobiernos que implementar las pruebas”, dice.

La titular del organismo turístico considera que lo mas eficiente, es aplicar un protocolo internacional de pruebas contra el virus, pero “que se hagan antes de los vuelos porque genera mayor certidumbre y se aísla a los afectados”, explica. Con estas pruebas con antígenos (saliva o nasales), que están listas en menos de una hora, cuestan solo US$ 10 y tienen 99% de eficacia más la utilización de barbijos, el riesgo de contagio se reduce drásticamente”, dice.

Acerca del nivel de apertura hacia la actividad que vienen adoptando los distintos países, Guevara señala que el turismo doméstico en China está recuperado en un 85%. En Europa, la situación no fue tan rápida porque la coordinación fue muy pobre, hubo barreras para moverse entre los paises. La mayoria logró abrirse en julio pero miden sus estadísticas de forma diferente y también tienen distintos criterios de cuarentena. Estos países están 65% por debajo del año pasado. También el tema es complicado en Norteamérica, donde los criterios de cuarentena fueron delegados en los estados.

En América Latina y el Caribe, las pérdidas económicas se estiman que van a llegar a los US$ 230 mil millones según el organismo. A nivel global, las pérdidas de empleos alcanzan los US$ 121 millones y, según Guevara, “vamos en camino hacia el peor escenario, con una caída prevista de 197 millones a fin de año”, señaló.

¿Cómo será el turismo pospandemia? Según Guevara, algunas prácticas llegaron para quedarse como los equipos biométricos en los aeropuertos. Tampoco se verá mucha gente reunida en los destinos más populosos, hasta que no haya una vacuna. Pero la experiencia de viaje no va a cambiar. Van a cambiar algunos habitos”, resumió.